UN MILLON DE PESOS POR ANA BELEN FORTES PERDIDA EN MEXICO

La familia de la joven de Chantada que desapareció en México hace dos meses y los allegados de los otras dos personas que desaparecieron con ella cuando viajaban en una avioneta ofrecen un millón de pesos mexicanos (65.000 euros) por cualquier información que se aporte sobre su localización.La búsqueda de Ana Belén Fortes, una joven chantadina de 27 años, que el pasado 12 de agosto desapareció en Zihuatanejo (México), continúa sin dar ningún fruto. En el distrito mexicano donde reside la familia fueron distribuidos cientos de folletos con fotos de los tres desaparecidos en los que se ofrece la recompensa y en los que se incluyen dos números de teléfono y una dirección de correo electrónico para contactar con sus familiares. Mientras tanto, en las localidades de A Hermida y Belesar, en el municipio de Chantada, donde reside la familia paterna de Ana Belén, la desesperación hace mella. Su prima Carmen Fortes confesó hoy a Efe, en el día en el que se cumplieron dos meses del suceso, que ahora esperan 'lo peor', ya que 'en el momento en que no hubo ninguna pista en los primeros diez días es posible no volver a no saber nada de ellos', apuntó. En Zihuatanejo las hipótesis y las conjeturas están destrozando el ánimo de Teolindo Fortes, el padre de la chica, algo que notan sus familiares cada vez que se pone al teléfono sin ninguna novedad. La trama de un accidente parece inviable ante la infructuosa búsqueda de cualquier resto de la aeronave en la que viajaban hacia Atizapan, aunque tampoco puede descartarse ya que la Sierra Madre, donde pudo caer el aparato, es muy densa y amplia. Por otro lado, según manifestaron estos familiares a Efe, la teoría del secuestro también se desvanece al no haber ninguna petición de rescate. Pero aquí de nuevo hay contrapartida, la familia Fortes sabe que en otros raptos producidos en su zona los secuestradores dieron sus primeras señales de vida pasados varios meses. La familia de Ana Belén y de Elisa Gómez García, una de las jóvenes que la acompañaba en el viaje, colaboran para realizar rastreos con sus propios medios en una situación que consideran cada vez 'más insostenible'.