COMPENSACION DE 2.4 MILLONES DE DOLARES POR ERROR DE GINECOLOGO
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Un jurado del condado de Broward le otorgó más de $2.4 millones a una maestra de primaria cuando su ginecólogo le dejó una esponja en el cuerpo tras hacerle una cesárea. La mujer, Karlene Chambers, demandó por negligencia a su médico, Joseph Becerra, a Pembroke Pines OB/GYN Associates, al Memorial Hospital West y a otras agencias médicas. El jurado dio el veredicto el martes tras un juicio de 12 días ante el juez Charles Greene. ''Después de la negligencia del médico, no se tomaron medidas, dejándola expuesta a un empeoramiento de su salud'', dijo Crane Johnstone, el abogado de Chambers. Según Johnstone, he aquí lo que sucedió.
El 9 de septiembre del 2001, Chambers ingresó en el memorial Hospital West donde esperaba dar a luz. Dos días más tarde, el 11 de septiembre, pocas horas después de ver el derrumbe de las Torres Gemelas en TV, le hicieron una cesárea. Chambers, que entonces tenía 31 años, dio a luz una saludable niñita, Camille. La nueva madre dejó el hospital el 14 de septiembre pero tres días más tarde regresó sintiéndose mal. Becerra le recetó antibióticos. No mejoró y desarrolló una fiebre. Chambers regresó al hospital el 19 de septiembre para unos rayos X. Un radiólogo detectó un objeto extraño y lo reportó, según Johnstone. El 22 de septiembre, el objeto extraño apareció de nuevo, esta vez en una scan CAT. Le habían dejado una esponja, de un pie de largo, en la pelvis. El material había provocado una infección en el abdomen y el útero. Se hizo una operación de emergencia para remover la esponja, de las que se utilizan para limpiar sangre y otros fluidos en las operaciones.
El 9 de septiembre del 2001, Chambers ingresó en el memorial Hospital West donde esperaba dar a luz. Dos días más tarde, el 11 de septiembre, pocas horas después de ver el derrumbe de las Torres Gemelas en TV, le hicieron una cesárea. Chambers, que entonces tenía 31 años, dio a luz una saludable niñita, Camille. La nueva madre dejó el hospital el 14 de septiembre pero tres días más tarde regresó sintiéndose mal. Becerra le recetó antibióticos. No mejoró y desarrolló una fiebre. Chambers regresó al hospital el 19 de septiembre para unos rayos X. Un radiólogo detectó un objeto extraño y lo reportó, según Johnstone. El 22 de septiembre, el objeto extraño apareció de nuevo, esta vez en una scan CAT. Le habían dejado una esponja, de un pie de largo, en la pelvis. El material había provocado una infección en el abdomen y el útero. Se hizo una operación de emergencia para remover la esponja, de las que se utilizan para limpiar sangre y otros fluidos en las operaciones.
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